Yo he sido toda la vida una incrédula, no he creído ni en nada ni en nadie y mucho menos en las terapias tanto en grupo como personalizadas. Me costó mucho tiempo darme cuenta de lo que había en mi interior y sacarlo hacia fuera, pero puedo decir que a mis 38 años soy una mujer plenamente feliz con su vida y asumo plenamente mi sexualidad puesto que soy lesbiana.
Jamás hice caso de las personas maduras que habían a mi alrededor y ese fue uno de mis errores, la sabiduría llega con las experiencias tanto fallidas como positivas y eso es algo que la juventud jamás puede entender, el tiempo y las personas que te quieren son los que te indican qué camino elegir en todo momento y debes confiar plenamente en ellos.
Me hacen mucha gracia muchas chicas de hoy en día que creen que lo saben todo en cuanto a sexo con jovencitas y que nadie puede enseñarles nada, mucho menos respecto a la sexualidad, pero luego se lamentan porque se han quedado embarazadas sin desearlo o han contraído una enfermedad de transmisión sexual: ¿de quien tiran entonces?, pues de su familia y sus seres queridos, esos mismos a los que no querían escuchar e incluso consideraban un estorbo.
La cultura del libre albedrío está a la orden del día y proliferan las tias follando indiscriminadamente que solo piensan en el placer momentáneo sin ninguna consecuencia. Veamos, el sexo está muy bien y si tienes asumido que eres lesbiana perfecto porque eres totalmente libre y fuerte para ello, pero en esta vida no todo vale y aunque las comidas de coño sean tu pasión, tienes que pensar que de vez en cuando hay que contenerse porque las consecuencias pueden ser desastrosas.
Por todos estos motivos os recomiendo encarecidamente que toméis una terapia para liberaros de todo y una vez toméis conciencia de lo que os rodea y la realidad objetiva, seguro que vuestra vida cambiará radicalmente a mejor y os sentiréis a gusto con vosotras porque seréis conscientes de vuestros actos.
Es raro que cuando se es joven se piense en el futuro y en las consecuencias de lo que hacemos, pero con lo difícil que está todo me veo en la obligación moral de daros estos consejos para que no sufráis lo mismo que sufrí yo y si de verdad os importa un poco vuestra vida y la de las personas que os rodean, sed buenos y actuad de buena fe, todos tus buenos actos siempre son recompensados de una forma u otra y los malos, también...
